20-07-2011
Suzshou "La Venecia Asiática", con fachadas en blanco y negro en vez de vivos colores. Por sus canales verdosos, no especialmente limpios, navegan góndolas chinas que pasean a los turistas. La sensación en esta parte de la ciudad es de un punto y aparte. Se respira tranquilidad y algún que otro olor pero no hay gentío. Si el tiempo acompaña y los días son soleados se puede pasear por sus diversas calles y observar la vida cotidiana que lleva la gente del lugar (lavan su ropa en los canales, llevan a nadar a sus patos a los canales, pasean sus mascotas, van al mercado, bailan en sus plazas al atardecer, conversan, juegan, observan...). Si se producen tormentas eléctricas típicas del verano, siempre se puede degustar un té verde o de jazmín en las casas de té con vistas al canal debajo de los sauces llorones, oyendo el ruido de la lluvia al caer en el agua. Muy a primera hora de la mañana sus habitantes se ponen en marcha con sus bicicletas y sus motos eléctricas así que es mejor esperar a que pase la hora punta para salir a pasear. Por la noche las luces tenues lo iluminan todo incluidos los puentes de los canales y hacen que este lugar sea mágico y romántico. Afuera de la zona de los canales los grandes rascacielos y el bullicio de una gran ciudad se hace sentir. Aunque para los chinos esta ciudad sea un pueblo, Suzshou es tres veces Madrid.