sábado, 17 de septiembre de 2011

BEIJING: NANLUOGU XIANG


6/07/2011

Nanluogu Xiang es uno de los hutongs más conocidos de Beijing pero no el más auténtico. Está lleno de tiendas para turistas, algunas de ellas bastante originales. Alrededor de este hutong confluyen diferentes calles con diferentes temáticas según las tiendas. Hay una calle muy particular al final de Nanluogu Xiang que solo tiene tiendas de instrumentos de música a precios muy asequibles. No faltan salas de conciertos, restaurantes asiáticos, heladerías, puestos para comprar pinchos de carne y bares con wifi para poder tomar una cerveza china de la marca Tsingtao no muy fría (en China no suelen tomar las bebidas frías).

domingo, 11 de septiembre de 2011

SHANGHAI FOREVER: EL BUND Y LA CALLE NANJING



13-07-2011

El paseo del Bund es largo e impresionante. Bund es el nombre dado por los europeos, pero los habitantes de la ciudad lo llaman Zhongshan. Los cargueros y los barcos de pasajeros no paran de entrar y salir de los amarres del río Huangpu. Los paseantes observan como los rascacielos de la zona de negocios al otro lado del río, van cambiando de color a medida que se pone el sol. Las construcciones modernas se mezclan con edificios de diferentes épocas a lo largo de todo el paseo. Al atardecer grupos de novios con sus trajes de boda y zapatillas de deporte aprovechan para hacerse fotos. Por la noche los edificios iluminados hacen que el Bund sea muy atractivo para una gran cantidad de turismo, sobre todo de interior. Los flashes no dejan de parpadear y el baño de masas es inevitable.
Muy cerca del paseo del Bund está la calle Nanjing. En vez de una calle es una gran avenida comercial muy iluminada con lujosas tiendas de las firmas más conocidas. Los escaparates son originales y algunos de ellos llaman mucho la atención al potencial comprador y al paseante. Una pecera azul, enorme, en la fachada de uno de los edificios de una conocida marca de cosmética, llena de tiburones y tortugas hace que el turista y el comprador se queden anonadados observándola. Los trenes pintados de colores vivos van llenos de niños acompañados de adultos y no dejan de ir y venir de un extremo al otro de la calle. Las pantallas gigantes situadas en los rascacielos más altos emiten publicidad constantemente. La cantidad de energía eléctrica es desmesurada y el gentío sale y entra de las distintas tiendas, come "pinchitos" de carne, pasea, baila, vende... La gente mayor saca su música a la calle y se pone a bailar en las zonas más amplias. Los adolescentes intentan vender al turista ruedas luminosas que se acoplan a las zapatillas de deporte y permiten patinar. El ruido, la luz, el color, el bullicio, los olores, las tiendas, el consumo... Todo esto es el capitalismo instalado en la calle Nanjing.