27-07-2011
Los chinos acostumbran a realizar diferentes actividades físicas aprovechando los espacios maravillosos que ofrece la ciudad de Beijing, el Templo del cielo es uno de estos espacios donde la gente realiza malabares con el diábolo, estiramientos con y sin aparatos de gimnasia, tai chi y otras artes marciales con espadas y látigos, bailes de salón, bailes chinos, aeróbic, yoga, balón pie con plumas, patinaje, etc. Existe tal actividad física que el turista queda impresionado. Familias enteras con sus mascotas incluidas (jaulas con pájaros) disfrutan de la naturaleza y de sus hobbies debajo de unos árboles milenarios catalogados según su edad. El templo solemne predomina con su color azul y dorado. Muchísimos chinos se agolpan en la entrada para poder contemplar su interior de columnas rojas y doradas, colores predominantes en China. El dorado se asocia con el sol y la abundancia y el rojo con la buena suerte mientras que el azul verdoso simboliza la primavera. Tres de los cinco colores que simbolizan los cinco elementos de la antigua cultura china. Cerca del templo un área circular muy árida y del color del mármol. Todos los turistas se hacen una foto allí y los más entusiastas los turistas chinos. Los jardines están muy bien cuidados, verdes y hermosos. El espacio es enorme, se necesitan unas cuantas horas para pasear. La temperatura es muy elevada en verano debido a la humedad, como es habitual en estas fechas ¡menos mal de los paraguas, los árboles y los botellines de agua!.
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