27/07/2012
La religión musulmana dicta que antes de entrar en los lugares sagrados los fieles se tienen que lavar los pies (ablución), aunque también se lavan la cara y las manos. Es una purificación, un ritual, de algunas partes del cuerpo. Cerca de la Mezquita Azul se concentran los hombres apilados en fila para practicar los cánones de su religión. Una vez que han acabado y se dirigen a la mezquita, ésta cierra sus puertas a los turistas durante el tiempo destinado a la oración.
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