14/08/2008
Una costumbre judía es colocar piedras sobre las tumbas de sus difuntos en lugar de flores. Existen diferentes teorías al respecto:
1- Las piedras sirven para sujetar los mensajes en papel que les dejan a sus difuntos, con el tiempo éstos desaparecen y las piedras permanecen.
2- Las flores son perecederas mientras que las piedras son eternas. El alma se supone que es eterna a diferencia del cuerpo que es perecedero.
3- Se pone una piedra sobre la lápida del fallecido, en su honor, como señal de que el visitante estuvo allí, junto a su tumba (Shulján Aruj Oreaj Jaim 224: 12- Baer Eitev).
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