domingo, 11 de diciembre de 2011

SUZSHOU


20-07-2011

Suzshou "La Venecia Asiática", con fachadas en blanco y negro en vez de vivos colores. Por sus canales verdosos, no especialmente limpios, navegan góndolas chinas que pasean a los turistas. La sensación en esta parte de la ciudad es de un punto y aparte. Se respira tranquilidad y algún que otro olor pero no hay gentío. Si el tiempo acompaña y los días son soleados se puede pasear por sus diversas calles y observar la vida cotidiana que lleva la gente del lugar (lavan su ropa en los canales, llevan a nadar a sus patos a los canales, pasean sus mascotas, van al mercado, bailan en sus plazas al atardecer, conversan, juegan, observan...). Si se producen tormentas eléctricas típicas del verano, siempre se puede degustar un té verde o de jazmín en las casas de té con vistas al canal debajo de los sauces llorones, oyendo el ruido de la lluvia al caer en el agua. Muy a primera hora de la mañana sus habitantes se ponen en marcha con sus bicicletas y sus motos eléctricas así que es mejor esperar a que pase la hora punta para salir a pasear. Por la noche las luces tenues lo iluminan todo incluidos los puentes de los canales y hacen que este lugar sea mágico y romántico. Afuera de la zona de los canales los grandes rascacielos y el bullicio de una gran ciudad se hace sentir. Aunque para los chinos esta ciudad sea un pueblo, Suzshou es tres veces Madrid.

domingo, 4 de diciembre de 2011

BEIJING: ESTACIÓN DE TREN DONGZHIMEN


Las estaciones de trenes en China están muy masificadas, algo que al viajero occidental le puede resultar bastante agobiante ya que no está acostumbrado. Es un ir y venir de gente. Se forman grandes colas: para entrar en la estación, para sacar los billetes, para entrar al tren, para salir del tren, para comprar comida, etc. Los empujones en las colas son bastante usuales y algunos chinos intentan colarse. Los carteles están escritos en chino y la mayoría de los trabajadores no hablan inglés. Los policías de la estación contestan a todo que sí aunque no hayan entendido nada. Los trenes que empiezan por la letra G son los llamados "trenes bala" deben su nombre a la gran velocidad que alcanzan (más de 350 Km/h) ¡Algunos levitan y todo!. Dentro del tren no existe la sensación de velocidad solo si se mira a través de la ventanilla. Suelen ser puntuales y las líneas bastante regulares. Un Beijing - Shanghai realizado en un "tren bala" solo tarda 5 horas a una velocidad de 354 Km/h (velocidad de la que informan en todo momento). Dentro del vagón,  familias de chinos con bolsas llenas de comida para el trayecto. Los chinos se pasean de un extremo a otro del pasillo para coger agua caliente y hacerse sus noodles y su té. El tejemaneje que tienen durante todo el viaje es impresionante. Las azafatas no paran de recoger toda la basura originada. La cafetería al fondo del vagón invita a comprar noodles, palomitas, bandejas de comida china preparada, polos, bebidas calientes, bebidas frías... El frío del aire acondicionado es insoportable cuando no se han llevado prendas de abrigo al igual que ocurre en los aviones. En definitiva, los "trenes bala" son trenes de verdadero lujo a un precio irrisorio. 

jueves, 1 de diciembre de 2011

HANGZHOU: TEMPLO DE CHENGHUANG


18/07/11

Una excursión tranquila y sin multitud es ir a visitar el templo de Chenghuang, una pagoda desde la cual se puede contemplar la ciudad de Hangzhou y el lago Oeste. La subida a la colina no requiere mucho esfuerzo y los sonidos de la naturaleza hacen que el paseo sea muy agradable. Haciendo un alto en el camino se puede escuchar el sonido de las canciones de los karaokes improvisados al aire libre. En el templo olor a incienso y un enorme Buda dorado rodeado de velas con el sonido del "gong" de fondo.


HANGZHOU: LAGO OESTE

18/07/11

El lago Oeste de Hangzhou se puede hacer andando o en bicicleta, pero si se hace en bicicleta solo se tiene acceso a los dos caminos que cruzan el lago de un extremo a otro, el resto de entradas solo están permitidas a los viandantes. En el camino llamado de los "Seis Puentes", menos tranquilidad se puede encontrar de todo. Está muy concurrido por un número inimaginable de chinos que lo visitan andando, en trenecito, en moto eléctrica, en bicicleta, etc. Hay que ir esquivando los diferentes obstáculos constantemente para poder realizar el trayecto. Por lo tanto, una bucólica excursión en una mañana soleada se puede convertir en una actividad muy estresante. Eso sí, siempre existe la opción de coger una barca para huir de la multitud y navegar por el lago hasta las islas centrales aunque el paisaje del horizonte sean los rascacielos de la ciudad de Hangzhou.