04/08/2014
"La llevó hasta la joya de los edificios que constituyen la Maravilla: el claustro. Alrededor de un gran jardín cuadrado corría una galería de columnas finas y elegantes con motivos vegetales esculpidos. La vista sobre el mar, en el lado norte, era de un romanticismo delicioso del que disfrutaron largo rato, pegados uno a otro y con la mirada perdida en la bahía infinita pese a la presencia de los otros visitantes".
La promesa del ángel. Frédéric Lenoir & Violette Cabesos